Preparamos primeramente la crema de naranja: Calentar en un cazo el zumo con la ralladura. Cuando esté caliente (sin llegar a hervir), retirar y reservar. En un bol a parte añadir los huevos y el azúcar mezclando con varilla. Agregar el almidón de maíz, seguir removiendo hasta que no quede ningún grumo. Añadir el zumo colado. Volver la mezcla al cazo sin dejar de remover con varilla para que no se formen grumos. Esperar a que hierva y espese (unos 6-7 minutos). Retirar del fuego, y añadir la mantequilla cortada en tacos. Se remueve bien hasta que la mantequilla se funda. Se pasa la crema a un recipiente y se cubre con papel film transparente tocando la superficie de la crema para que no se forme costra. Se lleva a la nevera. Se saca cuando se vaya a emplear. Se volverá a remover la crema antes de añadir a nuestro postre, para que recupere la cremosidad.
Preparamos la
tarta de queso, base de nuestro postre. Para ello, batimos la nata, que debe
estar bien fría en un bol amplio. Cuando esté a medio montar, añadimos el azúcar
y el queso, y seguimos batiendo hasta que tengamos una mezcla homogénea.
Montamos las copas: ponemos en el fondo la crema de queso, y por encima la crema de naranja. Seguramente que os sobre crema de naranja, nosotras solo ponemos una pequeña cantidad porque nos encanta la tarta de queso. La crema sobrante la podéis emplear para rellenar una tarta, un bizcocho o un pastel. Guardar en nevera hasta servir. Aprovechamos esta entrada para desearos una muy Feliz Navidad.
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