Hoy tenemos una receta, que para nosotras ha sido todo un descubrimiento. Ya llevamos unos cuantos años cocinando en el blog, y tenemos que reconocer que la repostería se nos resiste. Quizá porque no somos muy golosas, quizá porque somos temerosas después de algún que otro fracaso. Pero a insistentes y cabezotas no nos gana nadie. Así que con trabajo, sin desánimo, al final se van sacando cositas. Realmente, hoy tocaba hacer un bundcake. Compramos todos los ingredientes y cuando nos disponemos a elaborarlo, oh oh..., no tenemos el molde, ya sabéis, esos que están tan cotizados, se lo hemos dejado a una amiga, y aún no nos lo ha devuelto. Hay que remediarlo, cambio de planes. Y nos acordamos que habíamos visto esta tarta en el blog de La cocina de Carolina, y nos ha encantado. Así que recomendadísima. Es un buen momento, para ir aprendiendo cositas, como hacer pasta sucré o hacer crema pastelera. Siempre recomendamos intentar hacerlo en casa. Desde luego, no tiene que ver con lo industrial. Empezamos a cocinar.
Ingredientes:
Pasta sucré (masa quebrada dulce):
250 g de harina
150 g de mantequilla pomada (a temperatura ambiente)
100 g de azúcar blanco
1 huevo grande
una pizca de sal
Crema pastelera:
450 ml leche
150 nata líquida
1 vaina de vainilla entera
6 yemas de huevo
40 g maizena
140 g azúcar
60 g mantequilla muy fría
Para terminar la tarta:
150 g de frambuesas
azúcar glas
Para terminar la tarta:
150 g de frambuesas
azúcar glas
Primer paso: hacer la pasta sucré.
Mezclamos 150g de mantequilla junto con 100g de azúcar hasta formar una crema fina
y cremosa. Tamizamos los 250g harina y se la añadimos de una vez a la mezcla
anterior. Mezclamos muy bien con una espátula hasta
que tenga una consistencia arenosa. No se amasará, para que luego al estirar no se rompa.
Cuando tengamos la consistencia arenosa, añadimos la pizca de sal y
batimos ligeramente el huevo en un bol (a parte). Lo incorporamos a la
mezcla y mezclamos con la espátula. Quedará una pasta un poco pegajosa, se hace una bola y se tapa con film. La metemos 1
hora en la nevera (como mínimo). Transcurrido este tiempo, la estiramos sobre papel de hornear y nos ayudamos colocando film encima para poder estirar sin que se nos pegue al rodillo. La estiramos a unos 4 mm de
grosor. Forramos el molde donde vamos a hacer la tarta y lo metemos en el congelador
mínimo 15 minutos.
Sacamos del congelador, pinchamos la
base con un tenedor varias veces y tapamos con papel de hornear poniendo
peso encima (nosotras ponemos garbanzos). A media cocción (aproximadamente 15 minutos) quitamos el papel y los garbanzos y horneamos otros 15 minutos más o hasta
que veamos que se ha tostado ligeramente. Se deja enfriar en el mismo molde y con mucho cuidado desmoldamos.
Segundo paso: hacer crema pastelera.
Hervimos la leche junto con la nata y
la vainilla. La vainilla se abre por la mitad y se extraen las semillas con ayuda de un cuchillo. Se añade tanto las semillas como la vaina. En otro bol mezclamos las yemas junto con la
maizena y el azúcar hasta que haya blanqueado ligeramente.
Cuando la mezcla de leche y nata
empiece a hervir se lo echamos poco a poco a la mezcla de las yemas removiendo
rápidamente con una varilla de mano. Mezclamos bien, colamos en un
colador fino y ponemos en un cazo a fuego medio. No dejar de remover, cuando empiece a hervir se deja unos 3 minutos más al fuego. Cuidado, siempre removiendo. Se pasa rápidamente a un vaso de batidora y lo batimos suavemente mientras añadimos la mantequilla muy fría cortada a trozos.
Tercer paso: rellenar y decorar la tarta.
Se rellena la base sucré con la crema, y se decora con las frambuesas. Por último se espolvorea conazúcar glas, y lista para disfrutar!
fotos: sisters blog |
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