Trabajo impecable de decoración realizado por la diseñadora Maritxell Ribé, que incorpora a elementos originales, un toque de elegancia nórdica. Convirtió un edificio burgués en un hogar moderno, mezcla de sobriedad nórdica y estilo español. El edificio de 400 metros cuadrados posee expresiones artísticas de la época
a la que hubiera sido un crimen renunciar: cornisas, techos de bóveda,
chimeneas ... Una distribución original que comunica tres salones: Un primero más formal en el que destacan las sillas Barcelona;
un segundo más familiar en el que ver la televisión, tomar un café o
cenar en familia; y un tercero más informal, perfecto para leer o jugar
con los niños. En todos ellos juegan un papel muy importante las
alfombras. El despacho mantiene las características
de los espacios anteriores; es la cocina la que se desmarca. Un bonito
trabajo de estuco, el techo enladrillado y los azulejos marroquíes
ponen el punto distintivo a un espacio amplio con muebles de cocina
modernos y sobrios y una preciosa zona de comedor rústica y vintage. Una vivienda perfecta.
vía decoora |
Precioso!,
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