Año 1870, un niño de once años planta un eucalipto en las proximidades de su casa. Unos cuantos años más tarde, tenéis el resultado: un árbol de dimensiones impresionantes y en perfecto estado. Lo podéis encontrar en Tapia de Casariego, en el occidente de Asturias junto a la ermita de La Encontrela, rodeado de un bosque de castaños junto a un riachuelo, un paisaje de cuento. El niño era de la familia de los Cancio, pioneros en plantar el maíz traido de América. ¿Se habría imaginado este niño que su árbol llegaría a alcanzar estas dimensiones y a ser tan visitado?
fotos: sisters blog |
Pues si que es bonita la historia
ResponderEliminarSon unas bonitas fotos, una historia preciosa, imagino que el día de la excursión fue inolbidable
ResponderEliminarUna historia y unas fotos preciosas. Me hacéis viajar con vuestros posts!! Un beso guapas
ResponderEliminarUy, perdón, quise decir inolvidable.Se me fue el dedo.
ResponderEliminarBella historia...lastima que no hubiera plantado un castaño o un roble....Que esos sí que son arboles bellos..........
ResponderEliminarQue bonita historia muy bello y noble árbol me gustaría saber más sobre el encanto del mismo y y las visitas gracias
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